El causante de toda enfermedad

56-0404
La Infalibilidad De La Palabra Hablada De Dios

Saben, yo—yo les estaba diciendo a los muchachos hace un rato camino acá, les decía de cómo tenemos que estar contentos todo el tiempo. Dios no quiere que uno esté triste. ¿Saben Uds. lo que hace el mal genio? Pues, ese mal genio es una de las cosas viles más horribles. Y es—es como en un sesenta por ciento el causante de toda enfermedad, el mal genio. Sí, señor, esas rabietas que lo descontrolan; recuerden: Uds. solo están dejando crecer un cáncer, úlcera o algo así, cuando lo hacen. Cuando Ud. se molesta mucho con alguien: “Nunca más volveré por allá. Espere que me lo encuentre”. Está bien. Recuerde: Ud. es el que pagará por eso. Simplemente siga feliz. Una pequeña historia dice que una mañana había un petirrojo pequeño sobre una rama, silbándole a su compañerito. El compañerito bajó volando a su lado y le dijo: “Sabes, hay algo que me—me preocupa mucho en esta mañana”. Dijo: “¿Qué?”. Dijo: “Nosotros los petirrojos nunca nos preocupamos”. “Pero yo solo me pregunto si esas pobres criaturas, los seres humanos, caminando con el ceño fruncido, me pregunto si tal vez ellos no tienen un Padre Celestial que los cuida como a nosotros, los petirrojos”. Eso resume todo. Ud. jamás ha oído de uno de ellos sufriendo de presión alta, ¿verdad?

Pan diario Filipenses 4:4
Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!

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