55-0225
JesĂşs Glorificado
Tenemos llamados al altar y traemos a la gente alrededor del altar. Esa es una—una buena tradiciĂłn de la iglesia, pero en los tiempos BĂblicos, “Todos los que creĂan en el Señor…” simplemente Le aceptaban dondequiera que Él estuviese. “Todos los que creĂan, eran salvos”.
Ellos no tenĂan llamamientos al altar. Eso primero se originĂł con los metodistas, en un principio con la iglesia metodista viniendo al altar. Es algo bueno. No deberĂamos dejarlo. Sigan con eso. Yo creo que es algo bueno. Vaya allĂ, derrame su corazĂłn delante de Dios. AsĂ se debe hacer. Pero en realidad, eso no es lo que lo salva. Ud. pudiera permanecer allĂ en el altar y orar toda la noche, clamar, caminar por todo el altar. Ud. pudiera hacer todas las penitencias que hubiera. Ud. pudiera vender todo lo que tiene y dárselo a los pobres. Ud. pudiera ayunar por cuarenta dĂas y estar tan—tan abatido por el ayuno al punto que no pudiera caminar, y no le servirĂa de nada hasta que primero Ud. acepte… Eso es. Esa es su parte. Dios ya hizo Su parte. Ahora, Ud. haga su parte, solo el simple acto de creerlo. Y cuando Ud. lo cree, asunto terminado para siempre. Ahora, Ud. puede creerlo mentalmente y Ud. seguirá con preguntas. Pero una vez que Ud. cree desde el corazĂłn, es asunto terminado para siempre.
Pan diario Hechos 13:39
Y que de todo aquello de que por la ley de Moisés no pudisteis ser justificados, en él es justificado todo aquel que cree.
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