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Una Paradoja
Por ejemplo, ¿qué tal si yo tuviera la jurisdicción sobre Ud. tal como Dios la tiene sobre todo, y yo dijera: “Bueno, sabes qué, todo el que mire aquella luz morirá, como por decir el árbol?”. Y de pronto, este hermano sentado aquí, mira hacia allá. Yo me compadezco de él. Yo—yo no quiero que muera. Entonces decido que Terry aquí, vaya… Eso no sería correcto. No. Bueno ¿y si mandara a mi propio hijo a hacerlo? Eso no sería correcto. Hay una sola manera en la que puedo ser justo y esa es que yo tome su lugar.
Y Dios no podía tomar el lugar de un humano, siendo que Él es Espíritu. Así que Dios creó una célula de Sangre, que fue Su propio Hijo, Jesucristo. Y Dios vino y vivió allí, y vivió, Se identificó a Sí Mismo en Cristo. Ese era Dios, Emanuel. Jesús dijo: “Yo y Mi Padre Uno somos. Mi Padre mora en Mí”. ¿Ven? “Dios en Cristo, reconciliando al mundo”. Jesús era el cuerpo, el tabernáculo, Dios era el Espíritu que vivía en Él.
Pan diario Juan 3:16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
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