61-0216
La Marca De La Bestia Y El Sello De Dios 1
Abel murió en la misma roca con su cordero. Cada creyente tiene que hacer lo mismo: morir en la roca con su cordero. Un cordero solo tiene una cosa y eso es lana. Y él tiene que entregar todo lo que tiene. Él no arma una pataleta por eso. Tome Ud. al pobrecito y tírelo allá, como dije, el cordero mudo ante sus trasquiladores. Él es trasquilado. Él no reclama por eso. Lo único que tiene, él está dispuesto a entregarlo. Y nosotros decimos que somos Cristianos. Alguien me escribió una cartita el otro día y-una notita, y qué curioso, ¿verdad?, la recibí allá, decía: “Yo tengo derechos; soy un ciudadano americano; me pongo la ropa que yo quiero”. Adelante hágalo, está bien. Eso muestra que Ud. es una cabra. Es cierto. Adelante, póngaselas si desea. Pero recuerde, si Ud. es un cordero, Ud. tiene derecho a eso, pero Ud. renuncia a sus derechos por Cristo. De hecho, yo también tengo derecho a emborracharme esta noche; soy un ciudadano americano. Tengo derecho a fumar cigarrillos; soy un ciudadano americano. Ud. también los tiene, pero nosotros rendimos nuestros derechos. Que esas cosas les sean rapadas. Compórtense como caballeros, como damas, vistan así y compórtense así y vivan así. Renuncien a sus derechos.
Pan diario Romanos 12:1
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
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