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Jezabel Con La Cara Pintada
…Su nombre no lo hace a Ud. lo que Ud. es; es su carácter que lo hace a Ud. Su carácter lo moldea a Ud. y lo hace lo que Ud. es.
Siempre he dicho: “Déjeme entrar a la casa de un hombre”. Y puede ser que él se pare en la calle y testifique, cante, clame, hable en lenguas, dance en el Espíritu, lo que él quiera hacer; déjeme entrar en su casa y ver estos afiches de mujeres por toda la pared… Déjeme ver estas revistas que él está leyendo aquí en su escritorio, y escúchelo sincronizar la radio a esa insensatez africana del rock-and-roll y boogie-woogie, yo puedo decirle ahora mismo la clase de espíritu que él tiene. ¿Ven de lo que se está alimentando? No me importa cómo se esté comportando allá afuera en la calle, aquí está de lo que él se está alimentando. Esa es su dieta. Correcto.
Déjeme… Cuánto… No importa cuánto lo afirme él, ni lo bien en la sociedad ni la posición que él tenga, cuál sea su estatus social, eso no hace la más mínima diferencia. Mire de qué se alimenta su espíritu, la música que él escucha, lo que lee, lo que él ve. Ud. sabrá entonces de lo que él está hecho. Y su carácter siempre lo dirá.
Pan diario Mateo 7:20
Así que, por sus frutos los conoceréis.
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