Por La Fe, Moisés PDF - William Marrion Branham
58-0720M
Cita del Mensaje de William Marrion Branham:
Ahora, perdemos nuestra gloria si perdemos la fe. Ahora, si nos apartamos de la fe, entonces llevamos la iglesia a una esfera intelectual.
Y muchas veces, se ha pensado entre la gente que por cuanto una congregación era grande, y tenían iglesias grandes, con tremendos campanarios, y un grupo grande de personas bien vestidas y peinadas, y muchas finanzas, que les permite tales cosas, nosotros, muchas veces, consideramos eso de gran inspiración; que esta cierta iglesia debe ser inspirada. O, muchas veces nos hemos referido a los diferentes ministros que salen al campo misionero y tienen grandes reuniones de multitudes, y a veces nosotros pensamos que ésas son las señales de inspiración. Pero eso no es completamente la verdad. Ésa es inspiración humana.
Pero la verdadera inspiración viene al hacer la voluntad de Dios. ¿Ven? Así sea uno, o sólo un puñado. Así sea una iglesia grande, o una iglesia pequeña, no importa. Así él sea un gran orador elocuente, o sólo un hombre que a duras penas se sabe el abecé, no importa. Eso depende del mensaje que él esté trayendo, si es inspirado por la Palabra de Dios. O ¿es inspirado por la concepción intelectual de inspiración humana? Algunas personas se pueden inspirar por algún orador elocuente. Eso no lo convierte en lo correcto. A veces ellos son inspirados porque el hombre está tan entrenado que puede hacer entender su punto. Eso no significa que sea de Dios. ¿Ven?
Sólo es por medio de la bendita Palabra Eterna de Dios que podemos recibir inspiración, y eso es dado por el Espíritu Santo; por la fe lo recibimos.
Ahora consideremos a Moisés, y esta gran etapa de su vida. Y al leer allá atrás, de su nacimiento, y cómo Dios cuidó de él, pero llegó el momento en la vida de Moisés en que tuvo que venir el momento de escoger. Si leemos correctamente, nos damos cuenta que él era el hijo de la hija de Faraón, y era el heredero al trono, y hubiera sido el próximo Faraón de Egipto. Así que, él lo pudo ver, al mirar alrededor, después que llegó a la edad y de responsabilidad, y esos esclavos estaban trabajando allá afuera en los pozos lodosos. Y, Moisés, miraba por las ventanas del palacio, sobre esos mismos esclavos que Faraón miraba, pero ¡qué diferencia había en la manera que los veían!
Quiero darle una base a este pensamiento, en esta mañana, por unos minutos, y que el Dios del Cielo lo remache en cada corazón aquí. Es la manera en que Ud. ve cualquier cosa, lo que hace la diferencia.
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