No Temáis Yo Soy MP3 - William Marrion Branham
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Cita del Mensaje de William Marrion Branham:
El subió el... tan alto que El se fue hasta el Cielo, y la Biblia dice que “El está tan alto que tiene que mirar hacia abajo para ver los cielos. El Cielo es Su trono y la tierra el estrado de Sus pies”. El subió tan alto allí en Poder y Gloria que está sentado en el Trono de Su Padre, y mira hacia abajo, y no hay ni siquiera un gorrión que pueda caer en la calle sin que El lo sepa. El sabe cuán enfermos están Uds. El conoce sus dudas y sus frustraciones. Estamos en una tormenta terrible, pero no estén asustados, hay Alguien vigilando. ¿Quién es? El que partió el pan, el que conoció a Pedro y lo llamó por su nombre, el que le dijo a la mujer de su pecado, el que tocó el borde... una mujer tocó el borde de Su manto, y El volteó y le dijo a ella que su flujo de sangre se había parado, el que percibió los pensamientos de la mente. El no yace en un sepulcro como para que El no pueda verlo a Ud.; sino que El ha subido a la Gloria, y El puede ver aun al gorrión que cae en la calle.
Antes que El se fuera, El dijo: “Un poco y el mundo no me verá más (el incrédulo), pero vosotros me veréis (el creyente); porque Yo estaré con vosotros, en vosotros hasta el fin del mundo”. Jesucristo el mismo ayer, hoy, y por los siglos. Y nunca permitan que los vientos venenosos de Satanás los dañen, que los desvíen de eso. El no vigila. Y cuando todas las esperanzas se pierden... quizás Uds. visitaron al doctor esta semana. Quizás Uds. han estado en cada clínica que hay en Phoenix, y quizás en la de Mayo o la de John Hopkins. Yo lo he visto en muchas ocasiones. Y ellos han dicho que no hay una oportunidad terrenal.
Muchos de Uds. (hace como unos tres años en la revista “Selecciones”), leyeron el artículo del milagro de Donnie Martin, cuando yo estaba en Arizona, o en, quiero decir, California. Cómo el Señor, después de que la clínica de Mayo y la de John Hopkins, y todas ellas habían rechazado a ese bebito que estaba torcido, el poder de Dios desenvolvió a ese niño y lo sanó. Y la clínica Mayo llamó para pedir una entrevista respecto a ello, querían saber qué había sucedido. Seguro. La revista “Selecciones” lo editó. ¿Qué le sucedió al pequeño Donnie, a ese muchachito canadiense? Todas las esperanzas se habían perdido después de que la clínica Mayo y la de John Hopkins dijeron: “El niño no puede ser sanado”. Pero el padre dijo: “Donnie, no estamos derrotados. Pues no hace mucho tiempo estuvo alguien aquí en Canadá que oró por la operadora, la operadora de larga distancia. Ella estaba en una escuela, ella era sordomuda”. Como estas personas sentadas aquí. “Y cuando... Hubo dos de ellas que fueron a la reunión en Calgary. Y el Señor las sanó a ambas. Una de ellas es una cantante en la iglesia y la otra es una operadora de teléfono de larga distancia”.
El dijo: “Donnie, si Dios las conocía a ellas, El te conoce a ti, cariño, y yo te llevaré a alguna parte”. El enganchó su caballo al trineo, y se fueron por la nieve con la madre. Y cuando ellos llegaron al lugar en donde ellos iban a abordar el avión, el muchachito, su madre y él, únicamente tenían el dinero suficiente para que uno abordara el avión. Así que encontraron un autobús de los Greyhound en el que Donnie y su padre pudieran viajar. Ellos llegaron a Los Angeles, y–y el... alguna clase de asociación les ayudó para llegar a la reunión en donde nosotros estábamos, allá en los campos de las Asambleas de Dios, al Norte, mejor dicho, a la Escuela Bíblica del Suroeste. Después de que el padre había estado en la fila con el muchachito, dijo: “Fue un joven el que tuvo que sacarlo de la fila, porque él no tenía una tarjeta de oración”. Ese fue Billy. Billy hizo eso, porque no era justo que el hombre entrara en la fila, porque otros habían estado esperando por días en la fila de oración. Pero cuando el niñito... Yo lo vi bajándose de la plataforma con ese niñito torcido. Yo dije: “Déjalo, Billy. Tráelo aquí arriba”. Y cuando el padre, temblando, trajo al muchachito, y su cabeza de lado, sus grandes ojos volteados hacia atrás, con sus manos temblorosas, todo torcido, sus piernitas encogidas hacia atrás, yo dije: “Señor, si yo pudiera sanar a su niño, yo lo haría. Pero Ud. es canadiense, y ha venido de muy lejos, y Ud. está... El nombre de este niñito es Donnie Martin”. El padre empezó a temblar, y él dijo: “Eso es verdad”. Yo dije: “¿Cree Ud.?” Y él empezó a gritar; él dijo: “¡Con todo mi corazón!” El se fue directamente de esa reunión en esa noche y le compró a Donnie su primer par de zapatos, y él los usó al siguiente día. ¿Por qué? “Su ojo está en el gorrión”. El sabe cada movimiento. El no se ha ido. El no está muerto. El se levantó otra vez, y El es el mismo ayer, hoy, y por los siglos. Su grande Poder omnipotente nunca puede fallar. El todavía es el Hijo del Dios viviente. ¡Oh, El es tan grande!
Y cuando El miró hacia abajo desde la montaña... El sabía que ellos entrarían en problemas, así que El subió lo bastante alto para que El pudiera vigilarlos por toda la jornada. Eso es lo que El hizo en esta noche. El sabía que nosotros estaríamos en problemas en esta edad, así que El subió hasta el Cielo para que El pudiera vernos por toda la jornada de la vida. “Yo estaré con vosotros; aun hasta el fin del mundo, Yo estaré con vosotros”. Jesucristo, el mismo ayer, hoy, y por los siglos. Lo que El era en ese entonces, El es ahora. Lo que El hizo en ese entonces, El lo hace ahora.
El fue el que dijo: “Yo no puedo hacer nada de Mí mismo”. San Juan 5:19, El dijo: “De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por Sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre”. En otras palabras, El no puede mentir porque El es Dios. Así que, cuando El dijo: “Yo no hago nada hasta que el Padre me lo muestra (no “me lo dice”, sino “me lo muestra”). Lo que ve al Padre hacer, eso hace el Hijo”. Así que, Jesús nunca hizo un solo milagro hasta que Dios le mostró a El qué hacer, por medio de una visión. Si esa fue en ese entonces la señal del Mesías para los judíos, para los samaritanos, pero nunca para los gentiles.... La edad gentil está terminando ahorita. Todos nosotros sabemos eso. La escritura está en la pared. Nosotros sabemos que estamos en el tiempo del fin. El mundo gentil está en una conglomeración tal de pecado y confusión, al grado que los judíos han regresado allá como una nación. La antigua estrella de David de seis picos, está ondeando, la bandera más antigua en el año... o mejor dicho, la bandera más antigua en el mundo, dos mil quinientos años desde que ha ondeado. Allí están ellos con su propia moneda. Israel regresando a su propia tierra. Los avivamientos y todo lo que tenemos indica la pronta aparición del Mesías. Estamos en el fin.
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