La Puerta Al Corazón MP3 - William Marrion Branham
60-0312
Cita del Mensaje de William Marrion Branham:
Ahora, El es tan bueno, me parece que pudiéramos apreciar Su bondad. Cuando el mundo está muriéndose de hambre, nosotros tenemos en abundancia. ¿Cuántos pequeñitos en la India en esta noche, y en muchos lugares, con nada para comer, darían cualquier cosa...? ¿Cuánta gente con corazón hambriento buscando a Dios, daría cualquier cosa para sentarse en esta reunión en esta noche?Permítanme darles a Uds. un cuadro que es doloroso. ¡A cuántas personas que se han hundido más allá de las regiones de misericordia en un infierno del diablo y en un tormento de una pesadilla, cómo les gustaría regresar y tener sólo una oportunidad más! ¿Qué harían ellas en esta noche, si Jesús fuera al infierno y tocara en su corazón?"Tú me rechazaste en este día. En los días de tu calamidad, cuando tú llames, Yo únicamente me reiré". Este es el día. No lo pospongan para mañana. Hoy es el día de salvación. Sin embargo muchos de Uds., quizás, han esperado por años. El ha tocado, y tocado, y tocado; Uds. no contestan. "El es un Dios bueno", como Oral Roberts ha declarado con frecuencia. El sí es un Dios bueno. El es un Dios de misericordia, y El también es un Dios de juicio.
Ahora, allá en el Sur adonde yo voy con frecuencia, yo estaba allá en una vacacioncita el otro día allá. Un grupo de personas, unos buenos montañeses allá en Florida, estábamos allá pescando. Y allí fue cuando el Hermano Evans fue mordido por esa víbora de cascabel. Y nunca antes en mi vida yo había estado en esa situación. Dos millas [3.2 km.–Trad.] de retirado, yo hubiera tenido que cargar a un hombre de ciento ochenta libras [81 kg.– Trad.]. Una cascabel grande café (sin duda peor que la de aquí de Uds., la cornuda), lo mordió en el pie, y toda su pierna se paralizó; estaba tratando de ayudarme a pescar una lobina de doce libras [5.40 kg–Trad.] en los juncales en donde había allí cocodrilos y todo alrededor.Y él saltó para agarrarlo, y sólo gritó y se agarró su pierna. Yo llegué a él, y tenía dos hoyos de los colmillos como de este tamaño, con la sangre saliendo de ellos. El dijo: "Hermano Branham, todo mi lado está paralizado y doliéndome mucho".¿Cómo podía yo cargarlo a través de los pantanos? Pesaba como unas ciento ochenta libras [81 kg.–Trad.], y medía seis pies de altura [1.80 m– Trad.]. Su hermano había sido mordido unos cuantos meses antes de eso, un pecador; fue al hospital en una condición terrible.Y yo dije: "¡Oh, Hermano Evans! ¡Dios misericordioso, ten...! Bueno, ¿qué puedo hacer?"Yo recordé la Escritura. ¿Qué era? Alguien tocando a la puerta. "Yo soy Jehová, tu Dios; Yo soy tu pronto auxilio en las tribulaciones". Yo recordé que El dijo: "Ellos hollarán sobre las cabezas de serpientes y escorpiones, y nada los dañará". Yo puse mi mano sobre su pie, y él gritando, las lágrimas cayendo de sus mejillas de esa manera por el dolor, yo dije: "Padre Celestial, yo estoy tocando a Tu puerta. Estamos en un estado de emergencia. ¡Ten misericordia, oh Dios!"
Y mientras dijimos eso, y yo cité la Escritura, yo miré y él se estaba riendo. Todos los dolores se habían ido. Nosotros pescamos el resto del día. Y esa noche a las doce, cuando estábamos allí tomando las fotografías, (creo, Gene, que están en algún lugar por allí), invitando para que vinieran todo los turistas para ver esta gran cuerda de lobinas que el Señor nos había dado.Y su hermano vino y le contamos la historia. Y su hermano pecador dijo: "Espera un momento, Welch". Dijo: "Está bien ser religioso, pero no loco". El dijo: "Tú sabes cómo yo estuve acostado tres meses en un hospital, y dos meses después de eso con un yeso en mi pierna, debido a una mordida de una de esas cascabeles". Dijo: "Ve a recibir ayuda médica tan rápido como puedas".Y el dijo: "Mira, hermano: tú pudieras saber muchas cosas, pero tú no sabes todas las cosas. Si mi Dios me pudo librar desde las once de esta mañana hasta las once de la noche, El puede cuidar de mí el resto del tiempo".
¿Qué fue? Tocando a Su puerta en un tiempo de emergencia. [El Hermano Branham toca–Ed.]. Nosotros no deberíamos esperar hasta ese tiempo de emergencia. Algún día la muerte va a llegar a su puerta, y va a tocar. [El Hermano Branham toca–Ed.]. ¡Oh, hermanos!, entonces Uds. van a anhelar ese toque.Yo he visto gente que se ha reído del Espíritu Santo. Yo los he sostenido cuando ellos murieron. No se rían de Cristo. Respétenlo a El; hónrenlo a El. Apártense de todas sus propias teologías y sentidos. Sólo permitan que el Espíritu Santo... A Uds. se les fueron dados cinco sentidos. Pero esos cinco sentidos, su intelectualidad, nunca se les fue dada a Uds. para guiarlos. El Sexto Sentido, el cual es Fe, se les fue dado a Uds. para guiarlos. Ese es el Sexto Sentido; ese es el Super Sentido; los guía a Uds.
Allá en Shreveport, Louisiana, con un buen amigo mío de antaño, el Hermano Moore, había allí un anciano hermano de color quien... El era un fino anciano. Su nombre era Gabriel. Ellos le pusieron... Su madre, una mujer religiosa, su papá, ellos le pusieron el nombre de Gabriel. Pero todos nosotros lo llamábamos Gabo, por corto.Y su esposa era una Cristiana leal, una persona muy encantadora. Y el pastor de la iglesia era un hermano maravilloso. Y ellos hicieron todo lo que ellos pudieron, para hacer que Gabo arreglara todo con Dios. Pero a Gabo le gustaba jugar a los dados, y–y él–él no se arreglaba con Dios.Y a Gabo le gustaba cazar, y también al pastor. Y el pastor iba y recogía a Gabo y se lo llevaba con él a cazar, y–y demás. Y un día después de haber estado cazando, Gabo estaba tan cargado de caza: pájaros y conejos, al grado que casi no podía cargarlos. El aun los traía sobre el cañón de su escopeta. Regresando con todo lo que él podía cargar.
Y ellos venían dando la vuelta por un cierto senderito. Y Gabo continuaba observando hacia atrás, hacia el oeste, y el sol se estaba ocultando. El estaba entrado en años, en sus cincuentas. Y él continuaba mirando ese sol.El pastor iba caminando fielmente por el sendero, ambos con bastante caza. Después de un rato, el pastor sintió una mano tocándole en su hombro. Dijo: "¿Pastor?"Y él volteó. Y Gabo lo estaba mirando a él, las lágrimas corriéndole por sus mejillas. El volteó otra vez y miró hacia el sol. El volteó de nuevo y dijo: "Pastor: en la mañana, siendo domingo en la mañana, voy a ir a la iglesia con mi amada esposa. Voy a ir a la banca del lamentador y haré mi confesión. Luego voy a encontrarme un asiento tan al frente como pueda hallar, y allí permaneceré hasta que Jesús venga a llevarme. Yo viviré verdadero a Dios desde este día en adelante".El pastor volteó y abrazó a su hermano. Dijo: "Gabo, Dios te bendiga, hermano".Dijo: "¿Ve ese sol allá ocultándose, pastor? Mi sol también se está ocultando. Y Algo tocó en mi corazón hace unos cuantos momentos". El dijo: "¿Qué sermón prediqué, Gabo? ¿Qué mensaje prediqué que tú oíste, que te causó cambiar de opinión? O, ¿qué himno cantaron las cantantes que te causó cambiar de opinión y darle tu vida al Señor Jesús?"El dijo: "Pastor, yo lo he oído a Ud. predicar un sermón mucho muy bueno en muchas ocasiones. Yo he oído el coro cantar al grado que parecía que eran himnos de Angeles". El dijo: "Todo estuvo muy bien". El dijo: "Pero eso no es exactamente lo que lo hizo, pastor". Dijo: "Yo iba caminando allí pensando cuán bueno El es conmigo, ¡qué tan bueno es!" El dijo: "Ud. sabe, pastor, que yo–yo soy un mal tirador". El dijo: "Yo no pudiera darle a nada. Y nosotros estábamos necesitando comida en nuestra casa. Y sólo mire toda esta caza que El me ha dado. Seguramente que El debe amarme, o El no lo hubiera hecho por mí". El dijo: "Yo volteé para decir: ‘Gracias'. Y Algo tocó en mi corazón y dijo: ‘El sol de tu vida se está ocultando'".
El es bueno con nosotros. Gabo hizo exactamente lo que él le dijo al pastor que haría, y hasta donde yo sé, él todavía es un miembro fiel de ese cuerpo Pentecostal de creyentes allá. Porque él miró allá y vio la bondad de Dios, y Algo tocó en su corazón, y dijo: "Gabo, Yo te di esas cosas. Tú no podías darle a nada; Yo te las di".Yo quiero que Uds. se pregunten en esta noche: "¿Quién les dio a Uds. su automóvil? ¿Quién les dio esa buena comida que Uds. comieron en esta noche? ¿Quién les dio a Uds. esa buena ropa que están usando?" ¿Cómo pueden Uds. rechazarlo, cuando el sol de la civilización se está ocultando, y el sol del tiempo se está ocultando? Jesús viene y El toca noche tras noche en la puerta del corazón. ¿No la abrirá en esta noche, mi pobre amigo abatido, y permitirá que El entre en Ud. y coma con Ud., y Ud. con El? ¿No pensará Ud. tocante a eso ahorita mientras inclinamos nuestros rostros sólo un momento?
Les pido que sean muy reverentes ahorita para que el Espíritu Santo pueda encontrar Su lugar en corazones. ¿Qué tan bueno es El con Ud.? Miren a los que están acostados aquí en el hospital. Consideren que tan cerca vino ese llamado hace tiempo en aquel automóvil. Piensen del tiempo cuando Uds. le dijeron a ese pequeño, o a esa madre: "Te encontraré al otro lado, Allá, mamá, papá, esposo, esposa, hermano, hijo".Y sin embargo, El los ha bendecido, y Uds. han podido estar aquí en esta noche. Eso viene de Dios. Mientras tienen sus rostros inclinados, me pregunto si alguno aquí en esta noche, en esta audiencia visible, le gustaría decir a Jesús: "Señor, Tú has sido tan bueno conmigo. Yo quiero que Tú entres a mi corazón en esta misma noche. No permitas que el día de mañana raye sin que Tú entres a mi corazón. Yo quiero hablarlo Contigo. Yo sé que estamos en el tiempo del fin. Nuestra ciencia dice que lo estamos. Nuestra nación sabe que lo estamos. La armada sabe que lo estamos. El ejército sabe que lo estamos. Y sobre todo, la Biblia dice que lo estamos. Y el Espíritu Santo, con Sus señales por medio de la Iglesia confirma que lo estamos. Tú has sido tan bueno conmigo, Señor. Me gustaría hablarlo Contigo antes que yo cruce al otro lado".
¿Les gustaría levantar su mano a El para tener un poco de comunión antes que concluyamos en oración? Sólo levanten sus manos, digan: "Dios, ten misericordia de mí. Yo quiero hablarlo Contigo". El Señor lo bendiga. El Señor la bendiga, señora. El Señor lo bendiga. Arriba en los balcones, a la derecha, el Señor lo bendiga allí, señor.¿Alguien más? "Me gustaría hablarlo. Tú estás tocando, Señor. Yo quiero–yo quiero hablar Contigo sólo un poquito en los pocos minutos que siguen. Hermano Branham, inclúyame en su oración".Dios oirá la petición de Uds. En el balcón, a la izquierda, alguien levante su mano y diga: "Ore por mí, Hermano Branham".En el balcón, enfrente, Dios la bendiga, señora. Dios lo bendiga. Abajo de allí, en el piso, a mi derecha, Dios lo bendiga. Muy bien. Oh, yo veo sus manos por dondequiera allá atrás. Por dondequiera allá atrás, a mi derecha, Dios lo bendiga. Dios los bendiga a cada uno de Uds.
En las filas centrales por aquí, levanten su mano, digan: "Ten misericordia de mí, Señor. Yo–yo quiero hablarlo antes que me vaya de aquí. Tú estás tocando en mi corazón. Yo–yo siento como que debería hablarlo Contigo. Yo tengo algunas cosas que me gustaría arreglarlas". ¿Levantarían sus manos, en el pasillo de en medio? Los pasillos a la izquierda, ¿levantarían sus manos? Dios la bendiga, hermana. Dios lo bendiga a Ud., Ud., y Ud., y Ud. Dios lo bendiga. Muy bien. Dios sea misericordioso.Tú eres Dios de todas las generaciones. Y Tú has dicho que en este día de la Iglesia de Laodicea, que Tú te pararías a la puerta y tocarías. Y si alguno oyera el toque y abriera la puerta, Tú entrarías y cenarías con ellos.Y ahora ha habido una gran multitud aquí, y quizás treinta o más han levantado sus manos en esta noche, sabiendo que Tú estás aquí tocando en su puerta. Ahora, Señor, Tú prometiste que Tú entrarías. Yo te creo a Ti; ellos te creen a Ti. Así que, habla paz a sus corazones, Señor. Y yo ofrezco esta oración a favor de ellos. Que no se pierda ninguno de ellos; que todos ellos sean salvos por Tu sublime gracia. Que Jesús entre en sus corazones en esta noche, que tome el dominio y que todas las puertas sean abiertas, para que El pueda ser ambos, Salvador y Señor, para que El pueda guiarlos a través de las trampas humeantes de la vida, y los conduzcas a la "fuente sin igual de Sangre de Emanuel, y queda puro en Su raudal quien se sumerge en El". Y de allí al gran Hogar del Dios Viviente en donde el alma nunca muere, en donde no hay enfermedad, pesar, o vejez. La muerte no puede entrar en ese bendito Lugar Santo.
Señor, permite que el alma de ellos tome su reposo Eterno desde esta hora en adelante sobre esa gran promesa: "Todo lo que el Padre me ha dado, vendrá a Mí; y al que a Mí viene, no le echo fuera. Yo lo resucitaré en el día postrero, le daré Vida Eterna". Y otra vez, está escrito: "El que oye Mi Palabra, y cree al que me envió, tiene (tiempo presente) Vida Eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a Vida". Concédelo, Señor. Yo los encomiendo ahora en Tus manos.Bendice a aquellos que están enfermos y afligidos. Que estos quienes levantaron sus manos, que mañana en la mañana, que así como Gabo allá en Louisiana que fue a la iglesia, allí se bautizó en la fe Cristiana, confesó a Jesús como su Salvador, tomó su lugar al frente, y allí permaneció, que ellos hagan la misma cosa, Señor. Si yo no vuelvo a estrechar sus manos en esta vida, que en esa vida que está por venir, que yo tenga compañerismo con ellos por todas las edades, por toda la Eternidad. Bendice a aquellos quienes están necesitados aquí en esta noche, Padre. Si hay algunos que quedaron de anoche que no fueron sanados, pedimos que Tú los sanes en esta noche. Habla misericordia, para... misericordioso para aquellos, para que sepan que es Tu Espíritu tocando en su puerta. Que ellos te inviten a entrar en esta noche, Señor. Porque te lo pedimos en el Nombre de Jesús, Tu Hijo. Amén. Hay una fuente sin igual De sangre de Emanuel, Y queda puro en su raudal Quien se sumerge en El. Quien se sumerge en El, Quien se sumerge en El: Y queda puro en su raudal Quien se sumerge en El. ¡Oh!, ¿no lo aman a El? ¿No es El maravilloso, tan bueno, tan lleno de misericordia y bondad? ¡Cuán grande eres Tú! ¡Cuán bueno es El! Todos nosotros ahora, en el espíritu de adoración, cantemos esta–esta estrofa: El malhechor se convirtió Pendiente de una cruz; El vio la fuente y se lavó, Creyendo en Jesús. Cantémosla ahora. Muy bien, Hermano Creechy [Crichi, pronunciación figurada–Trad.], muy bien. El malhechor se convirtió Pendiente de una cruz; El vio la fuente y se lavó, Creyendo en Jesús. Creyendo en Jesús, Creyendo en Jesús: El vio la fuente y se lavó, Creyendo en Jesús.
¡Oh!, ¿no aman Uds. esa dulzura buena chapada a la antigua del Espíritu Santo? ¡Oh, hermanos! ¡Oh!, simplemente amo eso. Cantemos: "¡Paz! ¡Paz! ¡Cuán dulce paz! Es aquélla que el Padre me da". ¿La saben Uds.? Muy bien. ¡Paz! ¡Paz! ¡Cuán dulce paz! Es aquélla que el Padre me da; Yo le ruego que inunde por siempre mi ser, En Sus ondas de amor Celestial. ... ¡Cuán dulce paz! Es aquélla que el Padre me da; Yo le ruego que inunde por siempre mi ser, En Sus ondas de amor Celestial. ¡Oh, cuánto amo a Cristo! ¡Oh, cuánto amo a Cristo! ¡Oh, cuánto amo a Cristo! Porque El a mí me amó. Comprometamos nuestra fidelidad, con nuestras manos levantadas. Yo nunca lo dejaré, Yo nunca lo dejaré, Yo nunca lo dejaré, Porque El a mí me amó. ¡Oh, Señor, gran Jehová, cuánto te amamos en esta noche, porque Tú primero nos amaste! Y nos amaste tanto cuando éramos pecadores que Tú diste a Tu Hijo unigénito, para que todo aquel que en El cree, tenga Vida Eterna. Esto sabemos, que hemos pasado de muerte a Vida, cuando tenemos compañerismo uno con el otro y nos amamos uno al otro y la Sangre de Jesús Tu Hijo nos limpia de toda injusticia.Padre, permite que el Espíritu Santo, onda tras onda, inunde nuestras almas y nos limpie de las cosas del mundo. Entra a nuestros corazones en esta noche, Señor, y no sólo para ser Salvador, sino para ser Señor. Toma nuestra intelectualidad y échala fuera de nosotros, Señor, si es contraria a Tu Palabra. Permítenos ver sólo a Jesús y a El crucificado. Permítenos caminar no de acuerdo al liderazgo de nuestras mentes, sino de acuerdo al liderazgo del Espíritu Santo. Concédelo, Padre.
Escuche también el Mensaje La Creencia de Maria
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