Preguntas Y Respuestas Sobre El Espíritu Santo MP3 - William Marrion Branham
59-1219
Cuando el Espíritu Santo viene y revela la Verdad de todo y lo prueba por Su propia Presencia y por Su Palabra, Ud. no espera que el pueblo Pentecostal diga: “Yo estoy de acuerdo con eso”. Ud. tiene que pararse solo como lo hizo Lutero, como lo hizo Wesley, y como lo hicieron el resto de ellos. Ud. tiene que pararse en eso, porque la hora está aquí. Y esto es lo que me hace a mí un odioso. Esto es lo que me hace a mí diferente.
Yo no puedo levantarme como mis preciosos Hermanos Oral Roberts, Tommy Osborne, Tommy Hicks, y los demás, porque las iglesias no están de acuerdo conmigo. Ellos dicen: “El cree en seguridad eterna. Es un Bautista. El no cree en hablar en lenguas como la evidencia inicial del Espíritu Santo. ¡Apártense de ese fulano!” ¿Ve?
Pero encaremos el asunto. Encarémoslo. Los Metodistas pueden encarar a los Luteranos. Los Pentecostales pueden encarar a los Metodistas. Yo puedo encarar a los Pentecostales. Esto es exactamente la verdad. Es verdad, ¿por qué? Porque estamos caminando en la Luz, como El está en la Luz. ¿Ve? Estamos escalando el Camino real del Rey, y mientras más lejos llega, más gracia es dada, más poder es dado, más sobrenatural es dado. Y aquí estamos. Esta es la hora en que el Espíritu Santo ha descendido en la forma de una Luz como El era en el principio, una Columna de Fuego y El mismo se ha manifestado, haciendo las mismas cosas que El hizo cuando El estaba aquí en la tierra. Y Jesús dijo: “¿Cómo sabéis si están bien o están mal? Por sus frutos los conoceréis. Aquel que cree en Mí, las obras que Yo hago vosotros también las haréis. Estas señales seguirán a los que creen”.
Bien, mis hermanos Pentecostales. Yo estoy con Uds. Yo soy uno de Uds. Yo tengo el Espíritu Santo. Yo he hablado en lenguas, pero yo no recibí el Espíritu Santo en ese momento. Yo tengo el bautismo del Espíritu Santo; yo hablé en lenguas, profeticé, tuve dones de conocimiento, sabiduría, interpretaciones, y todo sucedió. Yo tengo acceso a cualquiera de estas cosas, porque ahora yo soy un hijo de Dios. El poder, el Fuego de Dios está en mi alma; esa lengüeta de Fuego que se asentó--vino a mi interior y quemó todo lo que era contrario a Dios, y ahora soy guiado por Su Espíritu. El pudiera decir: “Ve aquí”, y yo iría. “Ve aquí”, y yo iría. “Habla aquí”, y yo hablaría. “Y haz esto, eso y lo otro”. Allí lo tiene Ud....Es como Ud. es guiado por el Espíritu. Eso es Dios en Ud., obrando Su Voluntad. No importa lo que sea, El está obrando Su voluntad.
Ahora, escuchen. Veamos--voy a leer aquí mientras empezamos las preguntas usando el diccionario griego. Bien, de la traducción del Vaticano, Volumen 7, 190-1205, dice así:
“Es difícil determinar si fueron las voces de esas gentes hablando en un lenguaje extraño, o si fue el ruido o el estruendo del viento sobrenatural lo que excitó a la multitud”.
Ellos no lo pudieron entender. Ahora fíjese. Si fue la gente o...
Lo voy a ilustrar. Aquí está un grupo de Galileos pobres, y harapientos que salen a la calle. Nadie había visto algo como esto: ellos salieron del aposento alto con sus manos levantadas, y bajaron las escaleras rumbo a la calle, estaban llenos; ellos todavía no hablaban. ¿Ve? Y aquí vienen bajando. Y ahora, digamos, que estaban allí tambaleándose. Y que un Griego se acerca a mí sorprendido, y yo le contesto: “Yo hablo Galileo”.
Y él me dice: “Pero entonces, ¿qué es lo que pasa contigo?”
Y yo le contesto: “He sido lleno del Espíritu Santo. El poder de Dios cayó allá arriba en aquel cuarto. Algo me sucedió a mí. ¡Oh, gloria a Dios!”
Y otro por allá le estaría hablando a un Arabe, siendo él un Galileo, hablándole en lenguaje Arabe.
Bien, ellos no saben, si fue el estruendo del viento lo que atrajo a la gente cuando toda la multitud estaba allí reunida, o fue el hecho de que hablan en un lenguaje extranjero. Bien, la Biblia exactamente no...Ud. tiene dos cosas que puede observar. Fue...La gente que se reunió decía: “¿Cómo es que oímos que estos hombres hablan en nuestra propia lengua en que somos nacidos?” No dice que ellos la estaban hablando, sino que los estaban oyendo hablar.
Entonces el mismo grupo, ellos mismos explicaron esto. Pedro se paró sobre algo y dijo: “Varones Judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio (esa gente no hablaba el lenguaje Galileo)--esto os sea notorio y oíd mis palabras (¿en qué lenguaje les estaba hablando él a todos ellos?); porque, estos no están borrachos como vosotros pensáis, siendo la hora tercia del día, mas esto es lo que fue dicho por el profeta Joel: ‘Y será en los postreros días, dice Dios, derramaré de Mi Espíritu sobre toda carne. Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán’”. Y así continuó hablando, y les dijo: “Y vosotros con manos inicuas habéis crucificado al inocente Hijo de Dios. David había hablado de El...‘que no dejarías Su alma en el infierno, ni darías a Tu Santo que viese corrupción’”. Y continuó diciendo: “Sepa pues ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús que vosotros crucificasteis, Dios lo ha hecho Señor y Cristo”. Y cuando ellos oyeron esto...¡Amén! ¿Quién? Todo hombre bajo los cielos. ¿Qué estaba sucediendo? El no estaba diciendo: “Voy hablar en Galileo; voy hablar en esta lengua; voy hablar en esta otra...”
Mientras Pedro hablaba estas palabras, ellos preguntaron: “Varones y hermanos, ¿qué haremos para ser salvos?” Y Pedro les dio la fórmula. Así es de la manera que siempre sucede. ¿Ve?
Es subir más alto, acercarnos a Dios, caminar más cerca de El. ¿Cómo sabes tú?, Ud. pudiera preguntar. Bien, mire, cuando Lutero recibió Justificación, él llamó a eso el Espíritu Santo. Y sí era. Dios puso un poquito de El en eso. ¿Luego qué vino? Wesley recibió Santificación, y dijo: “Hermano, si Ud. grita, Ud. lo tiene”. Pero muchos de ellos gritaron y no lo tenían. Cuando Pentecostés habló en lenguas--lenguas desconocidas--ellos dijeron: “Hermano, Ud. lo tiene”. Pero muchos de ellos no lo tenían.
No hay tales cosas como esas señales para afirmar eso. “De la única manera que Ud. conoce a un árbol”, Jesús dijo que era: “por el fruto que daba”, las obras del Espíritu, los frutos del Espíritu. Entonces cuando Ud. ve a una persona que está llena con poder, esto es, que está llena con el Espíritu Santo, Ud. ve una vida que ha sido cambiada. Ud. ve estas señales siguiendo a los que creen: “En Mi Nombre echarán fuera demonios, hablarán en nuevas lenguas. Si una serpiente los muerde, no les dañará. Si ellos tomaran una cosa mortífera, no los matará. Pondrán manos sobre los enfermos y sanarán”. ¡Oh, Señor! Estas clases de señales seguirán a los que creen. Pero ¿cómo entra Ud. en esto? Estos dones están en el Cuerpo. ¿Y cómo entra Ud. en el Cuerpo? No por lo que Ud. hable Ud. entra; sino que por un bautismo Ud. entra en el Cuerpo (Primera de Corintios 12:13). Por un Espíritu todos somos bautizados en un Cuerpo y sujetos a todos los dones. Que el Señor los bendiga.
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