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Di A Este Monte MP3 - William Marrion Branham

59-1123
Cita del Mensaje de William Marrion Branham:
 Entonces un día, y por... en una de mis reuniones no hace mucho tiempo, estaba un hermano Testigo de Jehová que había estado un poquito escéptico de la reunión. Y cuando él oyó de ella, él entonces vino a Louisville; él tenía un hijo que su pierna estaba encogida hacia arriba por la polio. Pero una noche él vio a un niñito que fue levantado de una silla de ruedas que estaba tan lleno de soportes ortopédicos hasta sus caderas, y una pierna estaba más corta que la otra. El niñito corrió por todo el lugar, y subió a la plataforma y predicó un sermón. Eso lo convenció a él.

El era un contratista. Su nombre es Wood, Banks Wood. El vive... son ahora mis vecinos. El era de Crestwood, Kentucky. Allá en Ohio yo tenía una carpa grande. El trajo a su hijo y estaba sentado atrás en la tienda. Esa noche el Espíritu Santo fue allá atrás en la reunión y dijo: "El hombre sentado allá atrás, su nombre es Banks Wood. El es de Crestwood, Kentucky, un contratista, un Testigo de Jehová por creencia. Pero él trae a su hijo con él que se llama David, que tiene polio. Una pierna está encogida. ASI DICE EL SEÑOR, él está sanado". El no supo qué hacer.

En unos cuantos momentos la madre del niño dijo: "David, párate". Y cuando el niño se paró, él estaba tan normal y perfecto como podía estar. Eso lo convenció a él. El paró el trabajo de carpintero, de contratista, vendió todo lo que él tenía, compró una casita enseguida de mí, y ha vivido allí desde entonces. Y... El Sr. Banks Wood. ¿Cuántos lo conocen? Bueno, Uds., muchos de Uds. lo conocen aquí, pues es el que vende libros. El vende los libros en mis reuniones en muchas ocasiones.

Toda su familia siendo Testigo de Jehová... Gente muy fina, sencillamente gente de la más fina; y ¿honesta?, su nombre está por encima de todo reproche en el estado de Kentucky, gente fina. Así que uno de sus hermanos que se llama Lyle vino a visitarlo. Porque ellos entonces lo excomulgaron en base a su–su fe en Dios, en sanidad Divina, porque ellos dijeron que era del diablo... Pero el niño fue sanado. El niño ahora es un hombre, casado, y él no... El tiene–él tiene que fijarse muy bien para ver qué pierna era la que estaba lisiada. Y él trabaja en el supermercado, un tipo de comprador o algo para los supermercados, o él apenas ha empezado....

Y ahora, este Sr. Lyle llegó a la casa del Sr. Wood; él dijo: "Banks, tú sabes que como un hermano todos nosotros te amamos". Pero dijo: "¿Por qué te vas tras un fanatismo como ese? ¿Por qué le escuchas a algún predicador fanático y abandonas la fe que tu padre te ha enseñado?"

El dijo: "Yo no he abandonado la fe que mi padre me ha enseñado; yo sólo creo más". El dijo: "Yo creo eso más lo que sé ahora".

 "Bueno", él dijo: "¿Con qué clase de charlatán tú te enredaste?"

El dijo: "Allí está él, allá en el campo cortando pasto". Y él dijo: "Bueno, ¿quieres hablar con él?"

Dijo: "Sí, me gustaría decir... hablar con él un momento". Dijo: "Sólo me gustaría ver de lo que está hecho él".

Así que él me llamó allá, el Sr. Wood me llamó. Y yo estaba sucio y... Uds. saben cómo estaría uno, y caluroso y sudoroso, y los pantalones de pechera blancos por el sudor, y así como habían estado el día anterior. El vino, y dijo: "Y Ud. es el predicador que llevó a Banks en este camino sin rumbo, irracional".

Y yo dije: "No, señor, yo no soy". Yo dije: "Yo soy su hermano en Cristo que predica el Evangelio". Y él me miró de arriba a abajo unas cuantas veces; nos sentamos a hablar. No era una persona irrazonable, era fina, pero él dijo: "Sr. Branham", dijo, "nosotros fuimos criados estrictamente como Testigos de Jehová, nuestro padre es un lector en los Testigos de Jehová".

Yo dije: "Eso está bien. Ciertamente estoy contento de oír eso, que.... Y Uds. tienen un buen nombre, y de cierto aprecio a un papá que los criara, (y a una madre) para que fueran una gente honesta y justa como lo son Uds."

Y así que mientras yo estaba allí, el Espíritu en la bondad de Su misericordia... vino una visión. Y yo dije: "Sr. Wood, veo que Ud. es un hombre casado. Tiene una esposa; ella es una mujer rubia; Ud. tiene dos niños como de seis y ocho años de edad". Y él miró a Banks muy raro, y luego me miró a mí. Yo dije: "Ud. pensó que Banks me había dicho eso. Pero él no me ha dicho". Yo dije: "Tal vez, quizás Ud. sabe esto. Ud. ha dejado a su esposa, o mejor dicho, Ud. es infiel a ella. Anoche Ud. estaba con una mujer que tenía cabello castaño rojizo. Ella es mucho más joven que Ud. Ud. estaba en un lugar en donde ella y Ud. estaban juntos en un cuarto, y estaba un hombre tocando a la puerta. Ud. se escabulló por la ventana, y fue una cosa buena que Ud. no fue a la puerta, porque le hubiera disparado a Ud. en su cabeza, debido a que él tenía una pistola en su mano". Y él cayó al suelo. El sabía que Banks no me había dicho eso.

El dijo: "Sr. Branham, yo quiero saber más acerca de esto". Allí mismo en el cuarto el Señor Jesús lo salvó. Y él se fue a decirle a su papá. Su papá dijo: "Tú ahora estás todo enredado".

Así que, vino su hermana. Y ella asistió a la primera reunión y fue convertida, y yo la bauticé en la fe Cristiana. Entonces eso enojó al papá, y vino él. Y así que, Banks no estaba cuando mi esposa y yo acabábamos de llegar a la casa, y allí estaba estacionado un automóvil en la calle, y un anciano parado en el patio. Y así que hablamos con él y él dijo: "Yo soy el Sr. Wood".

Yo dije: "Sí, señor", yo dije, "mi nombre es Branham". Yo dije: "Estoy contento de conocerlo".

Y él dijo: "Bueno, estoy contento de conocerlo, Sr. Branham". Dijo: "¿Sabe Ud. en dónde está Banks?"

Yo dije: "Probablemente fue a la tienda de comestibles. Generalmente esta es la hora que vamos, y él y su esposa no están. ¿No pasa Ud.?" Y así que, él dijo: "No, es mejor que me quede aquí afuera".

Yo dije: "Bueno, pase, tómese un vaso de agua y refrésquese. Banks estará aquí en unos cuantos minutos".

Y en unos cuantos momentos él entró, y dijo: "Quiero ir a pescar con Ud.; ¿tiene tiempo para ir a pescar?"

Yo dije: "¡Oh, seguro!" Yo quería hablar con él. Así que él dijo....

Bueno, al siguiente... esa noche llovió como nunca. Y entonces al día siguiente fuimos a... Dijo: "Bueno, creo que no hay ninguna necesidad de ir; todas las corrientes estarán lodosas".

Y yo dije: "Bueno, podemos ir e intentar". Cruzamos el río. Y yo le estaba orando al Señor que me ayudara. Yo no iba a decir una sola cosa acerca de religión; dejé que él lo mencionara. Y así que entonces, si él estaba hambriento, él lo iba a mencionar. Así que luego, cuando cruzamos el río, yo vi una visión. Y dije: "Sr. Wood, para que Ud. sepa", yo dije, "toda corriente que pasemos hoy estará lodosa". Y yo dije: "Entonces cuando lleguemos al lago al que vamos, estará hermoso y azul. Pescaremos como hasta las tres y media esta tarde sin pescar algún pez. Luego yo voy a empezar a pescar peces. Voy a pescar como unas cincuenta libras [como unos 22.5 kg.–Trad.]. Ud. va a pescar uno. Su hijo Lyle pescará uno. Pararemos de pescar a media noche. A la mañana siguiente, regresaremos a pescar otra vez. Yo pescaré un pez de grande escama. Estos peces que pescaré serán bagre azul. Y el siguiente será un pez de grande escama. Luego pescaremos el resto del día y ni siquiera uno morderá. Eso es ‘ASI DICE EL SEÑOR'". El miró a Banks y como que dio una sonrisita y miró alrededor.

Sucedió exactamente de esa manera. Y cuando él se fue esa noche... Después de la segunda noche pescamos todo el día y ese hombre caminó toda rivera que él podía para tratar de hacer que mordiera un pez, y él ni siquiera consiguió que otro mordiera. Y yo tenía como unas veinticinco libras [como unos 11.25 kg.–Trad.] de pescado, pesqué dos de ellos; cinco eran de ocho libras cada uno [3.6 kg.–Trad.], con un pequeño anzuelo número cuatro sin usar la red con mango. Yo... Eso tenía que ser Dios, si alguien sabe acerca de pescar. Y él estaba sentado allí observando. El como que habla ronco. Y su hijo le dijo a él al siguiente día, dijo: "Bueno, papá, ¿qué piensa Ud. acerca de ello?"

Dijo: "Bueno, me supongo que si alguien puede ver a los peces antes que los pesquen, me supongo que está bien".

Y así que yo dije: "Pero yo no siempre puedo hacer eso, Sr. Wood; eso fue para su beneficio". Yo dije: "Ahora, sin ninguna ofensa, la Biblia dice que ‘si hay uno entre vosotros que es un profeta, o es espiritual, si éste profetiza y lo que él dice viene a suceder, entonces oíganlo". Yo dije: "Sin ofensa al Sr. Rutherford, pero él dijo que Cristo vendría en el ‘14, luego lo aplicó espiritualmente, (lo cual El vino de esa manera en el día de Pentecostés). Ahora, las otras cuatro cosas que él falló". Yo dije: "¿Qué de esto?" ¿Ven? Y yo lo bauticé hace como unos tres domingos, a él y a su esposa, en la fe Cristiana.

Su hijo y yo regresamos... los dos hijos, llegamos a este lugar. Y habíamos estado pescando otra vez (como unas cuantas semanas después de eso). Habíamos estado pescando otra vez en Dale Hallow, y esa noche pescamos una buena cuerda de pescados, pero se nos había terminado la carnada. Y estábamos parados, arrojando nuestros sedales de mosca, pescando pequeños agallas azules para usarlos como carnada. Y el Sr. Banks Wood le dijo al Sr. Lyle Wood, quienes son hermanos, dijo: "Deberíamos ir allá con esa anciana". Ella tiene como unos noventa años de edad. Dijo: "Cuando éramos niños Testigos de Jehová, acostumbrábamos ir allá y ella nos daba pan con mantequilla. ¿Recuerdas tú ese pan hecho en casa?" Dijo: "Deberíamos ir a decirle a ella que somos salvos". Esa fue la cosa correcta.

Ahora, esto... Por favor traten de captar esto. Es sólo de la manera que uno algunas veces dice las cosas que cambia toda la escena. Ellos dijeron exactamente la cosa correcta. Porque en ese momento el Espíritu Santo bajó sobre mí de algún lugar de los Cielos, y yo dije: "ASI DICE EL SEÑOR". Y amigos, aquí hay personas que han estado conmigo desde que era un niño, de la ciudad de donde yo vengo. Yo le pregunto a cualquiera, si en cualquier lugar, en cualquier ocasión, si ellos alguna vez han oído una profecía dada, o cualquier profecía, que no vino a suceder exactamente de la manera que fue dicha. ¿Ven? Grabado por todas partes... ¿Cuántos saben que eso es la verdad? Levanten sus manos, los que saben que es la verdad. Seguro. Es–es exactamente porque es Dios. Si fuera yo, fallaría cada vez. Pero si es El, nunca puede fallar. No puede fallar.

Bueno, ellos dijeron: "¿Qué piensa Ud. que será?"

Yo dije: "Habrá una resurrección de una vida pequeña, de alguna clase de animalito". Yo dije: "Yo no vi exactamente qué clase de animal era, pero era algo que de repente surgió a vida".

Y habíamos estado hablando de esta Escritura. Y luego, yo pensé: "Bueno, ha de ser un gatito que mi hijito, pienso yo, había matado". Como que tenemos un poco de temor a los gatos en nuestra casa. Y mi niñita llegó una tarde, ella y la pequeña Rebeca, y otra niñita vecina nuestra, y ellas traían una madre gata, y querían quedarse con ella, y yo–yo les dije que estaba bien. Y la pusieron en una caja, y a la mañana siguiente teníamos como unos ocho o diez gatitos. Y así que mi pequeño José, tenía como unos dos años en ese entonces, y él quería ver uno de ellos. Los gatitos no tenían sus ojos abiertos, y él levantó uno, y lo miró, y lo apretó, y lo tiró al suelo. Así que el pobre gatito sólo se retorció; yo... en el momento que nos íbamos. Y yo pensé: "Eso es... Quizás cuando llegue a la casa, el Señor resucitará a ese gatito, como El lo hizo con la madre zarigüeya". Uds. han oído esa historia porque fue por todo el mundo. Así que entonces yo dije: "Ese... quizás ese gatito será lo que vendrá a vida". Yo pensé eso en mi corazón, pero yo no dije nada.

Pescamos esa noche, y a la mañana siguiente no hicimos... no habíamos pescado ningún pescado esa–esa noche en nuestras líneas porque habíamos cambiado la carnada a esos agallas azules, y ellos–ellos no estaban mordiendo eso. Y para el tiempo que amaneció teníamos todas nuestras líneas para trucha puestas. Nos metimos a una pequeña ensenada, y estábamos pescando con sedales de mosca para bremas grandes [pez de agua dulce–Trad.]. Ese es un agalla azul un poquito más grande. Así que estábamos pescando esos bremas con sedal de mosca, y el Sr. Lyle Wood tenía una–una caña de pescar con carrete. Y él la arrojó al agua, con un anzuelo muy grande, y un pobre pequeño agalla azul se lo había tragado completamente hasta llegarle a su pancita. Y–y lo sacó y dijo: "Yo hubiera querido que hubieras mirado allí, ni siquiera pudiste ver el anzuelo". Y agarró el pescado de esta manera y sólo jaló del sedal para sacarle el anzuelo, y le sacó las entrañas, las agallas, y todo, y lo tiró al agua de esa manera. Y el pescadito se estremeció cuatro o cinco veces, y extendió sus aletitas, y murió flotando allí en el agua. Así que él dijo: "¡Pescadito, disparaste tu último cartucho!"

 Y continuamos; yo dije: "Lyle, no debes... no deberías sacar el anzuelo de esa manera". Yo estaba tratando de decirle; yo dije: "Pon un anzuelo más pequeño". Pues él sólo era un muchacho de granja, como Uds. saben, nunca había pescado lo suficiente. Y así que, el pescadito flotó allí como por una media hora, y el viento arreció, y lo sopló, y lo apiló, junto a algunos lirios a lo largo del lado de la orilla. Y nosotros estábamos pescando, y yo estaba pescando; estábamos pescando algunos buenos peces.

De repente algo sucedió. Ahora, yo estoy hablando estas palabras con esta Biblia abierta. Algo sucedió, y una... como el–el–el descenso de una–de una unción que yo nunca había sentido de esa manera. Y yo... Algo dijo: "Ponte de pie". Y me puse de pie. Lyle y Banks soltaron sus cañas y miraron. Lyle dijo: "¿Qué es lo que le pasa a él?"

Banks dijo: "Observa, algo está para suceder".

Y Algo me dijo: "Habla a ese pescadito, y él vivirá otra vez". Las agallas estaban blancas, estaban colgándole de su boca. Yo dije: "¡Pescadito, Jesucristo te da tu vida!" Y Dios en el Cielo quien es mi Juez solemne, ese pescado se volteó y nadó hacia abajo en esa agua, tan rápido como podía.

Y el Sr. Lyle Wood simplemente cayó sobre la barca. El dijo: "Eso fue por mi causa, porque yo le dije al pescadito: ‘Disparaste tu último cartucho'".

Y yo dije: "No, no fue por eso". Yo dije: "Ahora, la cosa extraña para mí es esta: de cómo Dios, el gran Jehová Dios, usaría Su poder para traer a un pescadito, pues nosotros habíamos cortado a pedazos doscientos o trescientos de ellos la noche anterior, y luego que El usara Su poder para traer a vida a ese pescadito, y yo tengo por lo menos trescientos niños espásticos allá en la lista, orando por ellos para ver una visión para ellos: alrededor de trescientos niños espásticos".

Yo dije: "Eso es una cosa que yo–yo–yo no puedo entender, cómo Dios haría tal cosa como ésa en ese pescadito, y seres humanos estaban muriéndose. Casos de cáncer, leucemia, toda clase de enfermedades alrededor del mundo, de todas partes; y luego El traer a vida a ese pescadito".

En ese momento Algo dijo: "Marcos 11:23 ", la misma Escritura. Cuando leprosos estaban acostados por todo el país, enfermos acostados por todas partes, y Dios usó Su poder para maldecir a una higuera. Dios está interesado en la higuera, en el pescado; todo le pertenece a Dios. Y El estaba mostrando Su poder para mostrar que El es Dios sobre la higuera, El es Dios sobre el pescado. Y el pescadito volvió a vida. Yo sencillamente no podía entender eso; la Escritura todavía no se ha ido de mí. ¿Cómo pudiera ser?

Dios en Nosotros

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