Quien es William Marrion Branham

 

William Branham (nosotros lo llamamos el Hermano Branham) comenzó su vida en la primavera de 1909. Él nació en la más pobre de las familias, lo profundo de las colinas del sur de Kentucky. Pocos minutos después de su nacimiento en una pequeña cabaña de una sola habitación, una luz extraña entró en la habitación y se cernía sobre la cama donde yacía. Fue el comienzo de una vida sobrenatural que cambiaría la faz del mundo cristiano moderno.

Con un padre alcohólico y poco o nada de la religión en el hogar, no tenía mucha oportunidad. Sin embargo, contra todo pronóstico, el Hermano Branham llegó a ser un poderoso hombre de Dios.
A los 38 años, él estaba orando en una pequeño lugar justo al norte de su casa en Jeffersonville, Indiana. Fue entonces, a altas horas de la noche, que el Ángel del Señor le visitó y le dio la comisión de orar por los enfermos.

Entre otras cosas, el ángel le dijo:
"Si tu haces que la gente te crea, y eres sincero cuando oras, no se parará delante de tus oraciones, ni siquiera el cáncer."

Todas las dudas se habían ido. El Hermano Branham tenía ahora su comisión y valientemente prosiguió adelante. Un avivamiento de sanidad en todo el mundo había comenzado. El ministerio del hermano Branham marcó el mayor derramamiento del Espíritu Santo desde el día de Pentecostés.
Cientos de miles asistieron a las campañas de William Branham. Miles de personas fueron sanados en el Nombre del Señor Jesucristo. Otros evangelistas como Oral Roberts, T.L. Osborne, y A.A. Allen pronto siguieron al Hermano Branham y comenzaron sus propios avivamientos de sanidad. El Señor hizo llover sus bendiciones como nunca antes. La mano sanadora de Jesucristo había tocado una vez más a su pueblo.

El ministerio del hermano Branham no tuvo igual. Demostró que Jesucristo es tan vivo hoy como lo era cuando caminaba por las orillas de Galilea. Al igual que el apóstol Pablo, el hermano Branham demostró que el Evangelio no es sólo la palabra, sino también en el poder! Revelación de los misterios ocultos y el poder manifiesto de Dios se habían unido en uno, un ministerio muy especial. Cabe destacar que, como los escribas registraron los sermones de los profetas bíblicos, sus sermones fueron grabadas en cinta magnética. Hoy, debemos cuidar esas grabaciones.

Hermano Branham falleció como consecuencia de un accidente de coche trágica en diciembre de 1965. Dios tomó a su siervo a casa, pero Él nos dejó con esas grabaciones preciosas que son tan amadas por nuestros corazones. FUENTE: Grabaciones la Voz de Dios