Por Que La Pequeña Belén MP3 - William Marrion Branham
58-1228
Cita del Mensaje de William Marrion Branham:
Y fue en Belén, donde nació David. Y su gran Hijo, Jesús, también tuvo que nacer en Belén, porque había tal unidad entre los dos, como Padre e Hijo. Este gran Hijo no solamente fue el Hijo, El fue la Raíz y el Linaje de David, El fue aun antes de David, El será después de David, El fue de la eternidad hasta la eternidad. Pero de acuerdo a la carne, y todas las cosas que tenían que ser cumplidas, El era el Hijo de David. El habría de nacer años después en esta misma Belén, en esta pequeña ciudad abandonada.
Pero todo el tiempo, allí, ¿notaron?, que estaba obrando un gran misterio poderoso que nadie parecía entender. Esa es la misma cosa que existe hoy en la Belén de Dios, está obrando una - una señal misteriosa, pero parece que nadie la entiende. Es algo que se va por encima de la cabeza de la gente. Parece que ellos no lo captan. No importa qué se ha hecho, o qué se dice, y la parte misteriosa de las cosas que se han hecho, la gente dirá: "Oh, bueno, me supongo que todo está bien", y siguen adelante, pero ellos no lo entienden. Ellos no lo pueden captar. No lo pueden obtener. Y eso es lo que Dios estaba haciendo en Belén en Judá. El está obrando, todas estas cosas pequeñas se están moviendo, hasta llegar a una gran culminación.
David, oh, cuando él fue ungido rey, siendo un - un muchachito, él era rubio, pero algo debió haber estado en él que a Dios le pareció real. El más pequeñito, el más pequeño de la familia. Los demás muchachos, eran hombres grandes, finos, que se verían bien con los mantos, y con una corona sobre su cabeza. Pero Dios enseñó lo que El miraba; no la apariencia exterior, pero lo interior de un hombre. El miró a su corazón, y El sabía lo que había en el corazón de David, no importaba cómo se le miraba la corona. El estaba buscándose un hombre que fuera conforme a Su propio corazón, y David sería un hombre conforme a Su propio corazón. Por eso fue que El vertió el aceite de la unción, o mandó que fuera vertido sobre David. El cual, el nombre de David significa "amado".
Y años después, eso fue representado muy bien en Jesús, el Amado; el Hijo de David, quien habría de venir a cumplir todas las cosas que habían sido prometidas. En esta pequeña ciudad de Belén fue donde estas cosas sucedieron. Y fue en las mismas colinas de Judea donde David había apacentado sus ovejas, muchos años después, ahí fue donde los Ángeles cantaron su primer villancico en las colinas de Judea, mirando hacia Belén. El primer villancico: "A vosotros os ha nacido en la ciudad de David, Cristo el Señor". Cuando estos Ángeles aparecieron por primera vez para cantar, no fue en Jerusalén, la iglesia grande; ni tampoco fue en Gilgal; ni fue en Silo, donde ellos siempre habían tenido toda su adoración denominacional. Pero fue en la pequeña Belén, donde el Espíritu de Dios se había estado moviendo de una manera misteriosa, trayendo algo. Fue ahí.
Fue ahí a donde Cristo tenía que venir. Fue ahí. Fue exactamente en esa misma pequeña ciudad, donde nació un Rey, donde una madre, virgen, dio a luz a su primer hijo. Le dio refugio y techado en su pequeña fortaleza, al Rey de reyes y Señor de señores. Donde no solamente vino Samuel a derramar el aceite de la unción, sino que Dios lo derramó sobre El, y sobre el mundo, Cristo el Señor. Los Ángeles anunciaron Su venida y cantaron a los pastores en las colinas, quienes siguieron al rey David, años antes. ¿Ven el misterio de Dios, qué tan grande es?
El nació en esta gran región de trigo, que del trigo vienen los principios básicos de la vida. Y El era el Pan de Vida. "Yo soy el Pan de Vida. El que come Mi carne y bebe Mi Sangre tiene Vida Eterna, y nunca morirá o vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a Vida".
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