La Gran Luz Resplandeciente PDF - William Marrion Branham
57-1222
Cita del Mensaje de William Marrion Branham:
Ud. es una estrella. Todo Cristiano es una estrella, para guiar a los perdidos, para guiar a los cansados, los pies del caminante, para aquellos que están buscando. Entonces, la estrella no puede ser guiada por sí misma, tiene que ser guiada por el Espíritu. Debe reflejar la brillantez de Dios en su vida, para abstenerse de las cosas del mundo, y para vivir piadosa y sobriamente en esta vida presente. Debe reflejar la Luz de su Grandioso que resplandeció.
¿Entonces qué debemos hacer? Levantarnos, y resplandecer la Luz de Dios a los moribundos. En la profunda oscuridad de este mundo, hemos de reflejar y resplandecer la Presencia del Señor Jesús en Su poder resurrectivo. Como El fue ayer, así es El hoy, para reflejarlo a El.
Pero recuerden, entonces, la Estrella, de nuevo, cuando ha terminado su curso, no acepta honra. La Estrella sólo trajo a los hombres a su destino, y les mostró esa Luz perfecta.
Y nosotros, como miembros del Cuerpo de Cristo, esta mañana, amigos, somos las luces de Dios, pero no aceptamos honra para nosotros mismos. Cuando hemos obtenido nuestro - nuestro paciente, y nuestra - nuestra. . .la persona que estamos guiando; cuando los hemos obtenido, debemos deshonrarnos a nosotros mismos y guiarlos a "la gran y perfecta Luz que resplandece, para iluminar el camino de todo hombre que viene al mundo", el Señor Jesucristo. No un mito llamado San Nicolás, no alguna iglesia por denominación; sino esa verdadera y perfecta Luz, Jesucristo, el Hijo del Dios viviente. Oremos.
Con rostros inclinados al polvo de donde Dios los tomó; algún día, tan seguro como las estrellas brillan en la noche, y el sol brilla de día, Uds. van a regresar a ese polvo. Si Uds. están aquí, en la víspera de esta Navidad, y Uds. quisieran tener el Espíritu Santo para que los guíe al Salvador, y lo aceptan a El de esta manera, levanten sus manos hacia El y digan: "Dios sé misericordioso conmigo. Resplandece sobre mi sendero mientras yo camino diariamente. Y finalmente guíame, a esa Luz perfecta, para que mi vida pueda armonizar con la Suya y yo tendré Luz Eterna e inmortal".
EL Señor la bendiga, mi querida hermana; y a Ud., mi hermana; a Ud., mi hermano; a Ud. allá atrás, hermano; y a Ud. hermana; y a Ud., mi hermano. Dios ve sus manos. Oh, a Ud. hermana, El Señor la ve. Sí, aquí, señora, el Señor la ve, por supuesto.
"Oh Jesús, envía el Espíritu Santo esta mañana, dirige mi pobre vida descarriada. Yo he corrido y me he unido a una iglesia; yo era un Católico, y luego yo era un Bautista, y luego yo era un Presbiteriano. Yo fui a los Pentecostales. Yo he ido a dondequiera. Y vine a darme cuenta, Señor, yo - yo me pregunto; yo no sé en dónde estoy parado. Pero deja que ese Cuerpo celestial, deja que ese Ser celestial de la Estrella de la Mañana, el gran Espíritu de Dios, me guíe hoy a ese lugar en El adonde yo quiero estar, donde yo pueda hacer mi corazón un pesebre y acunar a Aquel; para que El pueda guiarme a través de todas las sombras, los valles de las sombras de muerte, que yo no tenga temor cuando llegue a ese camino".
¿Habrá otro antes de terminar? Dios le bendiga, señor; y a Ud., señor; y a Ud., señor. Sí, ese fue un momento maravilloso para los hombres, señor. Las otras eran mujeres en su mayoría; esta vez eran hombres levantando sus manos. Seguro, eran hombres sabios que vinieron, buscando, siguiendo la Luz. Dios los quiere a Uds. La pequeña Mar-...
La pequeña María y José habían entrado en la ciudad, y allí nació Jesús. En el tiempo en que los magos llegaron, habían venido viajando por mucho tiempo, pero finalmente ellos habían llegado a su gran clímax, la Estrella los había guiado. Ahora Ud. ha estado queriendo ser un Cristiano por mucho tiempo, quizás Ud. ha emprendido una larga jornada. Este es el clímax esta mañana, quizás, pues ahora Ud. lo va a recibir a El como su Salvador mientras Ud. lo acuna a El dentro de su corazón. ¿Uno más, antes de que concluyamos este llamado al altar? El Señor le bendiga. Muy bien. Gracias.
Lea tambien el Mensaje Preguntas Y Respuestas Sobre Hebreos, Parte III
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