Hebreos, Capítulo Siete 1 PDF - William Marrion Branham
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Cita del Mensaje de William Marrion Branham:
Nosotros estamos en la batalla ahora mismo. Vamos tras nuestro hermano caído, que Dios, desde antes de la fundación del mundo, vio y predestinó a Vida Eterna. Y las cosas del mundo lo tienen atrapado a él en un remolino. El está metido en sociedades y clases, él y su esposa, caminando por las calles de arriba a abajo, fumando y bebiendo y divirtiéndose, tratando de encontrar paz. Y con el Espíritu de Cristo en nosotros, como lo fue en Abraham, salimos tras él. Con toda la armadura de Dios, los Angeles de Dios acampados alrededor, salimos a rescatar a nuestro hermano caído.
Y cuando la batalla finalmente termine, nos encontraremos con Melquisedec otra vez ¡bendito Dios!, quien bendijo a Abraham allá, y le dio la bendición, y le dio pan y vino, la comunión. Y cuando la batalla termine, lo encontraremos a El. Nosotros quienes somos los herederos de la promesa de Abraham, coherederos con Cristo en el Reino, lo encontraremos a El al final del camino y participaremos del pan y del vino otra vez cuando la batalla se termine.
¿Quién es este Melquisedec? Aquel que no tenía padre, no tenía madre, no tenía principio de días o fin de vida, El estará allá para dar la comunión otra vez. ¿Lo captan Uds.?
Cuando llegamos en ciertas noches, cuando nos reunimos y tomamos comunión de las manos de los ministros, representando que creemos en la muerte, sepultura, y resurrección del Señor Jesús, que ese velo, Su cuerpo en el que El estaba velado, Dios...Nosotros la tomamos como un representativo que estamos muertos a las cosas del mundo, y hemos sido nacidos de nuevo del Espíritu. Y caminamos con el Cuerpo de Cristo, todos los creyentes juntos.
Cuando la gran batalla se termine, y salgamos otra vez con Cristo, nosotros tomaremos la comunión con El en el Reino de Dios de nuevo, y comeremos la carne, y beberemos la sangre de la viña otra vez en el Reino de Dios. ¡Oh, allí tienen a Melquisedec! Eso es lo que El era.
Ahora bien, leamos un poquito más adelante aquí, acerca de El, y el versículo dieciocho. Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; (¿Lo captaron?) y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y le bendijo...y le bendijo...y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo. (El pagó diezmos a Melquisedec. Abraham le dio a El los diezmos del botín).
Ahora, quiero que Uds. se fijen aquí a medida que Pablo continúa dando un fundamento para la siguiente lección. Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas, y toma para ti los bienes...(Ahora, el rey de Sodoma dijo: "Mira, tú solamente regrésame mis súbditos, y tú toma los bienes para ti"). Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo,...(Elohim, el Creador de los cielos y la tierra.)...Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra, que desde un hilo hasta una correa de calzado,...(El no tuvo una gran campaña para recoger dinero; él solamente quería a su hermano caído.)...nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram; excepto solamente lo que comieron los jóvenes, y la parte de los varones que fueron conmigo,...
Bien, yo quiero que Uds. se fijen. Abraham dijo: "Que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré". El no peleó la batalla para hacer mucho dinero. Y las batallas verdaderamente genuinas, no son hechas con motivos egoístas. Las guerras no se pelean por dinero. Las guerras son peleadas por-por motivos, por principios. Los hombres pelean guerras por principios. Y cuando Abraham salió a rescatar a Lot, él no salió porque él sabía que podía derrotar a los reyes y tomar todas sus posesiones; él salió por el principio de salvar a su hermano.
Y cualquier ministro que es enviado bajo la inspiración del Rey del Cielo, no irá por dinero; ni tampoco irá para hacer grandes iglesias; ni tampoco irá para inspirar denominaciones. El irá únicamente por un principio, y ese es, de rescatar a su hermano caído. Sin importar si él recoge diez centavos en la ofrenda o si no la recoge, eso no tiene ninguna importancia para él.
Como yo dije: "Las guerras verdaderas son peleadas y hechas por principios y no por dinero". Y los hombres y las mujeres quienes se unen a la iglesia e ingresan a la iglesia para ser populares, porque los Joneses [Jones es un apellido.-Trad.], pertenecen allí, o ellos cambian sus iglesias de una iglesia pequeña a una iglesia grande, lo están haciendo por un motivo egoísta y el principio correcto no los está respaldando. Uds. deberían de estar dispuestos a pararse en el frente de la batalla.
En este tabernáculo aquí, cuando las cosas andan mal y Uds. hombres y Uds. mujeres corren y se van a alguna otra parte, o se van hasta que el pequeño alboroto o el problema se termina, hay algo mal con su experiencia. Correcto.
Lea también el Mensaje Hebreos, Capítulo Seis 3
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